Salvador Dalí: Resurrección - Corpus Hypercubus.

Cuando a Salvador Dalí le preguntaron por esta obra respondió: "Pinté una cruz hipercúbica en la que el cuerpo de Cristo se convierte metafísicamente en el noveno cubo, siguiendo los preceptos del discurso sobre la forma cúbica de Juan Herrera, constructor de El Escorial, inspirado en Ramon Llull". “Corpus Hypercubus” plasma uno de los momentos más conocidos de la historia de la humanidad como es la crucifixión de Cristo, de un modo diferente y poco convencional. No pinta derramamiento de sangre, ni coronas de espinas, ni fieles dolientes alrededor de la Cruz. Pareciese que a la obra le sobrara austeridad y le faltase amor, pero el amor aparece personalizado en la Señora, que permanece en actitud de súplica ante el crucificado y simboliza una tremenda devoción por parte de una madre hacia su hijo. Con una técnica cercana al claroscuro barroco, Dalí presenta un joven Cristo al que no se ve el rostro y no está clavado, sino levitando, queriendo mostrar así ...